Independiente Campeón Clausura 1994

Independiente Campeon Clausura 1994

Con un fútbol de alto nivel el equipo de Brindisi se consagró ante Huracán con una histórica goleada por 4-0.

El equipo base era: Luis Islas; Oscar Craviotto, Pablo Rotchen, José Serrizuela, Guillermo Ríos; Diego Cagna, Hugo Pérez, Gustavo López; Daniel Garnero; Sebastián Rambert y Albeiro Usuriaga. Completaban el plantel: Damián Maltagliatti, Jorge Gordillo, Eber Moas, Juan Carlos Ramírez, Alfredo Cascini, Hermes Desio, Ricardo Gareca, Daniel Vidal y Martín Vilallonga.


Fué un campeonato durísimo para Independiente que buscaba un título luego de 5 años. Se había ido Pedro Marchetta y en su lugar asumió Miguel Angel Brindisi. El Rojo estuvo cerca en el Apertura 1993 pero en el remate del torneo, jugado en febrero de 1994 se quedó en la puerta.

Cuando arrancó el Clausura 1994 en Avellaneda reinaba una preocupación bastante significativa y era la lesión de Gustavo López. El propio jugador temía por su vuelta y continuidad en el fútbol por entonces. El debut fue en Liniers ante el Vélez de Bianchi, y con arbitraje de Pancho Lamolina, el partido finalizó 0-0.

El fixture no fue benévolo de entrada. A la fecha siguiente llevó River a Avellaneda. Pascualito armó un jugadón por izquierda y desairó a Gamboa en una jugada con cierta similituad a la de Agüero con Crosa, Goyco dio rebote a su remate, y apareció Gareca para sellar el 1-0.

El tercer capítulo fue un viaje a Salta la linda para jugar con Gimnasia y Tiro. Un tiro libre de Perico Pérez abrió el marcador pero en el complemento empató el Lobo tras una salida con indecisión de Islas.

Los siguientes encuentros sembraron preocupación. Independiente igualó sin goles ante Belgrano en casa y ante Newells en el Parque de la Independencia.

En la sexta fecha el equipo de Brindisi jugó el partido adelantado y le ganó 2-0 a Ferro. Garnero remató de larga distancia y sorprendió al Mono Burgos. Un pique en falso mandó la pelota a la red. En el complemento el Palomo Usuriaga se sacó dos hombres de encima a pura gambeta y cerró el marcador.

El próximo juego fue un viaje a Lanús. Al final del primer tiempo el Rojo sacó diferencias. Primero Desio envió un largo pelotazo para el desborde de Cagna. Allí apareció Rambert y con un cabezazo puso el 1-0. Más tarde Kuzemka lo bajó a Garnero y Perico cambió la pena por el festejo para el 2-0 definitivo. Independiente llegaba por primera vez a la cima, acompañando a Platense y Belgrano.

En la octava jornada se disputaba el clásico de Avellaneda. Claudio López había puesto el 1-0 de entrada. El Rojo buscó el empate y lo logró por intermedio de Cagna tras una gran asistencia del Garnero. En el segundo tiempo, y tras otra intervención del Dany, Rambert marcó el 2-1 con un derechazo. Cerca del final el Turco García peleó una pelota sobre el lateral, tiró un centro, y en dos tiempos, Allegue anticipó a todos y con un cabezazo estableció el resultado definitivo. Más allá del empate y un sabor indeseable, el Rojo seguía como líder junto a Platense.

La nueva excursión del Rojo tuvo destino La Plata. En 1 y 57 lo esperaba el Estudiantes del Vikingo Trossero. Gareca había abierto el marcador tras una falsa aparición de Yorno. Pero a siete minutos del final igualó Martín Palermo. La gran noticia del día fue el regreso de Gustavo López que ingresó en el segundo tiempo por Sebastián Rambert. Como ganó Platense, el Rojo se bajó de la punta.

A mitad del torneo el Rojo recibió a San Lorenzo y perdió por 3-2. Fue la primera y única derrota en el campeonato. Así se fue un invicto de 13 partidos. Monserrat de entrada marcó para el Ciclón. Enseguida igualó Tiburcio de Tiro Libre. Antes del cierre del primer tiempo Diego Cagna desvió un penal y Biaggio marcó el 2-1 cuando volvieron al complemento. Independiente se la jugó entero. Centro de Craviotto, cabezazo de Garnero y el palo niega el empate, pero apareció Usuriaga e igualó a los 88 minutos. El Rojo se descuidó y a los 90 el Toto García superó a Maltagliatti y provocó la pérdida del invicto. Vale recordar que hubo dos expulsados por bando y en Independiente vieron la roja Serrizuela y Rotchen. Platense y Belgrano sumaban 14 puntos, River, Banfield, Independiente y Huracán tenían 12.

No hubo tiempo para lamentos. Por la undécima fecha el Rojo fue al Bajo Flores y venció por 2-0 al Deportivo Español. Cagna con toque corto de zurda venció a Catalano, y luego Pascualito hizo una de sus históricas gambetas para el segundo. Como perdieron Platense y Belgrano había 5 punteros, entre ellos Independiente.

En la fecha 12 un duelo de líderes se vivió en la Doble Visera de Cemento. Independiente recibió a Platense y el Calamar se puso en ventaja con un gol de Spontón luego de un penal que Pestañita Morales le había atajado al delantero. Ese viernes a la noche fue otra fiesta del Rojo. A pura gambeta Rambert marcó un golazo para igualar. A los 86 minutos Cagna habilitó a Garnero, y el Dany definió al segundo palo. Hubo más, en el final, José Miguel le atajó un penal a Gareca. No había margen de error, la punta era compartida por cuatro equipo, el Rojo incluído.

El campeonato se interrumpió luego de disputada la décimo tercera jornada. El Diablo jugó otro partido nocturno. En Corrientes igualó 1-1 con Mandiyú. Craviotto abrió el marcador pero luego empató Alvarenga. En una fecha rarísima solo dos equipos quedaron líderes: Huracán e Independiente.

El Mundial 1994 acabó rápido para la Argentina y el fútbol volvió enseguida. El Rojo recibió a Central en un partido adelantado. Jugaba mucho mejor pero tenía mala suerte. El Canalla, con Marchetta como DT, ganaba por 2-0 con tantos de Vitamina Sánchez y Nuno Molina. Brindisi quemó las naves. Sacó a Craviotto y puso a Parodi. El delantero marcó dos goles e igualó el partido. La punta seguía igual. El Globo y el Rojo arriba. A un punto cuatro equipos.

En la fecha 15 Independiente jugó en Mendoza ante Argentinos Juniors. El empate 0-0 lo bajó de la punta y empezó a mirar a Huracán de abajo, a sabiendas que en la última fecha lo esperaba en Avellaneda. La emoción se multiplicaba porque Rosario Central también estaba a un punto y jugaba con el Globo en la próxima jornada.

A cuatro fechas del final el Rojo apareció en toda su dimensión. Le ganó 4-0 a Banfield. Primero el Palomo anotó tras otra gran jugada individual. Luego Usuriaga habilitó a Rambert para el segundo. Más tarde se unieron Garnero y Usuriaga para el tanto de Cagna y finalmente Perico Pérez redondeó la goleada, un tanto facilitada porque Ángel Sánchez había expulsado a dos jugadores del Taladro al cierre del primer tiempo. La tabla de posiciones estaba inalterable hasta la última contienda. Huracán siempre un punto arriba de Independiente tras su victoria ante los rosarinos.

En la jornada 17 Huracán había empatado 0-0 con Argentinos en Mendoza, pero el Rojo no pudo aprovechar la situación. Gustavo López anotó en la Bombonera ante Boca pero luego igualó el Manteca Martínez.

En la penúltima jornada Huracán tuvo la primera chance de salir Campeón. Si le ganaba a Banfield (lo hizo por 2-0) e Independiente perdía se llevaba el título. El Rojo empezó abajo en el marcador luego de un tanto del Mellizo Guillermo. Sin embargo entró en escena el Luli Ríos. El defensor había convertido por última vez en 1986 ante Boca, un golazo que le había hecho al Loco Gatti. En el Bosque tomó de volea un rechazo de la defensa tripera un poco más atrás de la medialuna, y la clavó en el ángulo. De esta manera el defensor volvió a anotar luego de casi 8 años. Enseguida hubo penal para Independiente y expulsión para Sanguinetti. Remató Perico fuerte al medio y puso el 2-1. En el complemento desbordó Usuriaga y tocó Rambert para marcar el 3-1. Otro corrida del Palomo desembocó en el cuarto gol (lo hizo Darío Ortiz en contra). Finalmente Usuriaga la picó ante Noce y marcó el 5-1.

La última fecha se jugó un domingo 28 de agosto, como hoy. Fue hace 22 años. El Huracán de Cúper necesitaba un punto para salir Campeón. El estadio estaba atiborrado de hinchas. Ese día Independiente inauguró las rejas y dividió la tribuna visitante en simpatizantes del Diablo y de Huracán. Las chicanas futboleras llevaron a ver muchas camisetas de otro equipo diferente a la del Globo en la tribuna visitante. Independiente salió decidido y no dejó ninguna duda de quien sería el Campeón.

Una magnífica jugada colectiva por derecha desembocó en un cambio de frente de Garnero para López. “Gustavito” le quebró la cintura a Váttimos y tiro el centro para el mágico festejo de Rambert. Su “avioncito” voló como nunca para anotar en el día que se consagraría Campeón. Luego hubo una infracción sobre el ataque izquierdo para Independiente. Daniel Garnero se hizo carga de la falta y marcó un golazo de tiro libre. En el segundo tiempo las buenas noticias se reprodujeron. Couceiro falló en el cierre, y en contra, marcó el tercero. Luego Castrilli expulsó a Pelletti, y finalmente Gareca puso el 4-0 definitivo.

Fue una histórica jornada en el que Independiente logró el anhelado título. Fue un equipo compacto con una temible delantera que en los momentos decisivos convirtió 14 goles en los últimos 4 partidos. Tuvo coraje para sobrellevar difíciles partidos y remontó duros partidos como lo fueron Platense y Rosario Central. Se plantó en la Bombonera y evidenció jerarquía para derrotar al entonces Campeón vigente como River Plate. No se amilanó ante el Bianchi de Vélez, actual Campeón de la Copa Libertadores y tuvo muestras de excelente fútbol en los pies de Daniel Garnero, Gustavo López, Rambert y Usuriaga. En el arco tres arqueros, y entre ellos un Islas notable para dejar la valla invicta en 9 partidos. Una defensa que salía de memoria con Craviotto, Rotchen, Serrizuela y Ramírez (al principio) y Ríos (al final). Cagna y Pérez se repartieron el mediocampo junto a Desio y Cascini.

En total 24 jugadores integraron el plantel. A todos los citados en el relato hay que agregar al Tapón Gordillo, Eber Moas, Daniel Vidal, Vilallonga, y dos jugadores que no jugaron ni un minuto aunque fueron suplentes como Fernando Regules y el polaco Arzeno. Miguel Brindisi fue el padre de la criatura. Con un futbol sublime y exquisito logró la décimoquinta estrella en el fútbol local para Independiente. Jamás renunció a su estilo, fue protagonista en todas las canchas y con 8 victorias, 10 empates y la derrota ante San Lorenzo logró llegar a la cima envuelto en el sagrado grito de un emocionante festejo: “si si señores, yo soy del rojo, si si señores, de corazón, porque este año, de Avellaneda, de Avellaneda, salió el nuevo Campeón”.



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